"¡Hola! Quizá no te acuerdes de mí. Soy Úrsula, te conozco desde el colegio. Aunque era muy pequeña y nada corpulenta. Te ayudé en un par de ocasiones que te hacían bullying. Soy fiel de Jehová, y mi religión nos impulsa a estar siempre dispuestas a que la luz de la justicia resplandezca y por eso trabajamos a diario...".
Así comienza una de las dos cartas, a las que ha tenido acceso GRAN MADRID, aparentemente corriente e inofensiva, que recibió Raúl. Es la única víctima varón del dúo de influencers conocido como Los Petazetaz, compuesto por Iván y José Hernán. A estos dos chicos se les acusaba de, presuntamente, agredir sexualmente a varias jóvenes.
Raúl, de 30 años y a quien supuestamente colocaron una bengala en el glúteo, ha recibido dos misivas con cierto contenido místico y amenazante a partes iguales. Estos documentos provocaron que retirase la denuncia y uno de los influencers pueda salir de prisión próximamente. Las dos cartas se enviaron en periodo estival: una en junio y la otra en agosto.
En la primera, el autor de la carta empieza describiendo un pasaje de la etapa estudiantil de Raúl, donde, supuestamente, abusaban de él. Y reafirma su fidelidad a Jehová: "Por la gracia de Dios, nuestra casa puede acceder a juzgados, informes médicos, bases de datos...etc".
El autor de este escrito sostiene haber visto la trayectoria de Raúl en los medios de comunicación contando su caso y asegura que "es consciente de estar dando una versión falsa de los hechos".
En este sentido, el remitente subraya tener documentos audiovisuales sobre Raúl: "Agresión sexual, y quedó en eso porque te pararon. Te muestro ese caso porque es casi un calco del que tú denuncias. Ahí eres tú únicamente el agresor libidinoso".
"En tu caso eran al menos una docena de gamberros desaprensivos y enfatizas en la denuncia a uno solo, seguro que no el más implicado", añade la carta.
La segunda de las misivas es recibida dos meses después y, según recoge el escrito, llega "tras subestimar la capacidad para actuar". "En mi anterior misiva te conminaba a que realizaras una serie de acciones que condujeran a la luz de la verdad...según los designios de Jehová", empieza le epístola.
Úrsula, la supuesta escritora de la carta, señala que no ha cumplido las dos directrices que le dio: la primera, salir del foco mediático y aclarar que la denuncia puesta por Raúl a Hernán era una "tergiversación"; y la segunda, retirar la acusación. Finalmente, esto sí sucedió.
Así y todo, las amenazas no se detienen: "Ya tienes la consecuencia de no seguir nuestro consejo, pero no es nada comparado con lo que te puede venir encima. Te lo ruego, no persistas en complicar tu vida. Te lo ruego, vive en paz".
"Con esa acción, automáticamente, paralizamos las actuaciones futuras previstas que acabarían dando contigo en la cárcel y creeme, una persona como tú allí tendría muchos problemas". La carta cierra confirmando que el escritor tiene constancia de que la madre de Raúl también se llama Úrsula.
El despacho penalista Paredes Abogados, con Alfredo Arrién al frente, defiende a cinco de las presuntas víctimas en el procedimiento contra Los Petazetaz, entre las que se incluía a Raúl hasta que quitó la denuncia.
A pesar de que haya retirado la acusación frente a Hernán por el episodio de la bengala, que provocó que éste vaya a abandonar próximamente la prisión de Soto del Real, la Fiscalía madrileña seguirá defendiendo los intereses de Raúl.
Según ha tenido conocimiento EL MUNDO, Raúl tuvo un juicio en marzo por "lo mismo que lo deLos Petazetaz". El caso fue archivado. Se desconoce por el momento quién o quiénes están detrás del pseudónimo Úrsula de Colonia y, actualmente, las cartas amenazantes no han sido denunciadas.
El pasado 19 de septiembre, Iván, el menor de los dos integrantes del dúo de influencers, declaró en el Juzgado de Instrucción nº 21 de Madrid que "ha dejado de consumir desde hace cuatro meses y que pide perdón a todas las víctimas que se hayan podido ver implicadas y que se arrepiente profundamente de no haber podido evitar los abusos sexuales por parte de Hernán".
El joven continuó apuntando al titular del juzgado que no participó "de manera activa" en los presuntos abusos cometidos en el piso de Vallecas. Sí que asintió que en esas fiestas había drogas implicadas y que "si pudiera echar el tiempo atrás, borraría todo lo que sucedió en aquella casa" del distrito madrileño.
Iván tuvo que acudir a declarar al edificio judicial madrileño, en el marco de los mismos supuestos abusos sexuales, tras una denuncia interpuesta por L., una joven de 21 años que en el momento de los supuestos abusos sexuales tenía 18.